Pongamos que hablo de Madrid (Joaquín Sabina – Malas Compañías)
Los hombres que soñaban con la integridad de las
pipelines.
Vamos con la
segunda entrada, que hoy me he levantado de muy buen rollo con la canción de
Vetusta Morla. Una vez que os “he convencido” de lo importante que es la integridad
(seguro que alguno de mis lectores ya venía adoctrinado), os preguntaréis qué
hay que hacer para llegar hasta aquí, o más bien, cómo he acabo hasta aquí. Bueno,
pues cuando estaba acabando la carrera de Ingeniero Industrial, apliqué para
una beca en CLH para hacer una simulación con el software Witness. En algún
momento debieron de pensar que podría útil en el futuro y me ofrecieron que si
terminaba mis estudios me podía incorporar en un puesto de nueva creación:
Técnico Especialista en Corrosión. Por supuesto no desaproveché la ocasión y me
puse a hacer cursos, certificarme y leer normativa para poder incorporarme
cuanto antes… Tras casi cinco años en ese puesto, me dieron la oportunidad de
promocionar a Reino Unido y ser Jefe de Integridad (Integrity Manager). Cuando
llegué Londres tuve sensaciones contrarias: por un lado encontré que la gente
estaba involucrada con el tema de la integridad, pero por otro lado descubrí
que cada uno hacía la guerra por su lado, a veces en base a su buen entender o
mejor criterio. La razón básica es que para poder manejar los riesgos
adecuadamente, lo primero que hay que hacer es crear el plan de integridad.
El Plan de Integridad
(IMP por sus siglas en inglés: “Integrity Management Plan”) es un mapa o guía que vamos a utilizar para
definir los recursos que se van a emplear para que los activos sean seguros. El
Plan de Integridad establece las bases y habilita herramientas para la gestión
eficaz de la integridad, como la identificación de zonas de alta consecuencia
(traducción de High Consequence Areas) terminología proveniente de Estados
Unidos), la selección de medidas de mitigación, la optimización de las técnicas
y las frecuencias de inspección, los planes de reparación, la gestión del cambio
y el modelo de riesgos. Merece la pena basarse en una normativa de reconocido
prestigio como la API 1163 - Managing
System Integrity for Hazardous Liquid Pipelines.
Este modelo tiene
en cuenta los cinco tipos de amenazas que pueden afectar a la integridad de las
tuberías: fallo mecánico, corrosión, fallo operativo, actuación de terceros y
causas naturales. Es clave desarrollar un documento escrito donde se remarquen las
líneas de trabajo para conservar la integridad de las tuberías y prevenir los
posibles efectos causados por estas amenazas.
¿Hay alguna regulación que obligue a tener un plan de
integridad?
En España, podemos
decir tranquilamente, que NO. Sin embargo, se debe estar a la vanguardia de lo
que sucede en otros países como en Estados Unidos o Reino Unido, donde los
reguladores controlan el estado de los planes de integridad. Recientemente, la
Unión Europea ha creado una grupo de trabajo dentro de la European Commission,
DG Environment Industrial
Emissions, Air quality & Noise Unit para ver si es necesario iniciar una
regulación más estricta en este ámbito. A tenor de la siguiente presentación,
parece que no es descartable que esto suceda a medio plazo:
Por favor, sed
valientes a la hora de hacer el plan de integridad y dejar por escrito qué vais
y cómo lo vais a hacer. No dudéis en poneros fechas y KPI para demostrar el
cumplimiento o los desvíos.
…Y algo más…
En la sección de
algo más, me gustaría desvelaros que tengo una pasión: viajar. Dentro de las
contradicciones de mi vida, suelo decir que soy más de Madrid que los
parquímetros, pero por casualidades de la vida, he vivido un año en Suecia y
ahora estoy viviendo en Londres.
Me encanta conocer
lugares nuevos, culturas diferentes y probar diferentes comidas. Soy un auténtico
fan de los “greatest hits”, aunque no penséis que soy un obsesivo-compulsivo. Si
tenéis alguna duda a lo que me refiero con “greatest hits”, os pongo un
ejemplo: cuando uno piensa en Perú le viene la imagen a la cabeza de… Machu
Pichu; si piensas en Egipto, las pirámides; en Francia, la Torre Eiffel; en Jordania,
Petra… bueno, pues a eso me refiero greatest
hits. Y os preguntaréis, ¿dónde será tu siguiente viaje? Si todo va bien
será a China porque en China está… la Gran Muralla China. Ya os contaré cómo me
ha ido y si perdí o no mi integridad entre los bazares, mercados y delicias
gastronómicas locales.
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